Pues parece que hoy es el día del Gintonic y para celebrarlo Javier Caballero nos deja un fragmento de su libro Liquid Experience,Coctelería Evolutiva donde nos desvela algunos de los mitos del Gin tonic mas comunes de esta bebida que se sigue manteniendo de moda después de tanto tiempo.

Os dejamos con Javier y sus falsos mitos y la receta de un Gin Tonic.

“Gin Tonic “clásico”

50 ml de London Dry Gin

200 ml de tónica

1 twist de limón

Preparación del cóctel

Enfriamos un vaso ancho con abundante hielo y descartamos el agua que se haya disuelto al remover la copa.

A partir de este punto, recomiendo dos opciones:

Hacer primero el twist de limón y posteriormente verter la tónica con cuidado para conservar el máximo carbónico posible. Con esta primera opción los aceites esenciales quedan más incorporados en el sabor.

Servir la tónica con cuidado para mantener el máximo carbónico posible justo después de la ginebra, y acabar el gin-tonic con el twist de limón. Con esta segunda opción, que es la que yo más utilizo, logramos tener más presencia de aceites esenciales en el aroma. Y como ya sabemos, el 90 % de la percepción del sabor es aroma, por lo que al oler el cítrico vamos a tener más sensación de cítrico.

Falsos mitos sobre los gin-tonics

Seguramente, a más de uno le habrá sorprendido la foto que hemos usado en este libro para el gin-tonic clásico, ya que lo hemos servido en un vaso de tubo y decorado con un simple gajo de lima, en vez de en la omnipresente copa balón con mucho hielo. Sin embargo, así se servía en los locales de toda España hasta hace bien poco: lo que ahora se toma en todas partes es una evolución del cóctel clásico. El gin-tonic ha cambiado mucho, y tengo que decir que algunos cambios me gustan más que otros, aunque por supuesto, en multitud de ocasiones, siguiendo la máxima de que «el cliente siempre tiene la razón», yo mismo haya utilizado (y lo vaya a seguir haciendo) algunas de las innovaciones que no me acaban de convencer. Lo que sí me gustaría es repasar las principales leyendas urbanas que últimamente corren sobre este cóctel. Veámoslas:

No tanto hielo que se me agua

Nunca mas lejos de la realidad, cuanto más hielo tiene una bebida, menos dilución se produce, ya que el hielo se deshace al ganar temperatura y, por supuesto, si hay mucho hielo, el vaso está más frío y tarda más en calentarse.

No le eches zumo de lima que mata el carbónico

Esto es verdad: el zumo de los cítricos provoca que el carbónico se pueda escapar más rápido de nuestro gin-tonic, pero por otro lado nos aporta unas notas cítricas que a mí no me disgustan en absoluto. Por otra parte, este libro es buena muestra de ello, hay multitud de cócteles preparados con sodas y cítricos, así que la combinación no puede ser mala. Una curiosidad que no oiréis tan a menudo: el zumo de los cítricos ataca a los aceites esenciales que extraemos al hacer el twist y les resta parte de su aroma.

Sírvemelo por la trenza de la cuchara que mantiene el carbónico

Lo siento, pero no: la trenza de la cuchara no ayuda a conservar el carbónico; al contrario, lo perdemos casi todo. Otra cosa es pegar la cuchara cerca del último hielo y servir la tónica sobre ella, porque así conseguiremos que el paso de la botella al hielo sea lo más suave posible y mantendremos al máximo el carbónico. Eso sí, si servimos la tónica despacio y con cuidado sobre el hielo, nos podríamos ahorrar la cuchara.

En copa balón que está más rico

Personalmente no soy partidario de la copa de balón para servir gin-tonics y otras bebidas con gas, pero de usarla siempre elijo alguna con una forma parecida a una copa borgoña, en la que entre mucho hielo, pero que se cierre en la boca para que el carbónico tenga menos superficie por donde escapar. Pensemos en la copa tipo flauta para el champán o el cava, que es estrecha y alargada para conservar las burbujas.

Twist o rodaja de limón

Yo recomiendo al cien por cien hacer el twist antes que poner la rodaja. Al apretar la cáscara del cítrico se rompen los alveolos donde se almacenan los aceites esenciales, que componen el aroma de la fruta y que van a aportar más riqueza cítrica a nuestro gin-tonic.

¿Cuál es la mejor tónica?

Para no complicar las cosas, daremos por hecho que nuestros invitados ya saben qué ginebra les gusta más. Entonces, con la cantidad de tónicas de calidad que hay en el mercado, surge la siguiente pregunta: ¿cuál utilizar? Por supuesto, no hay una que se pueda considerar la mejor. Hay que tener presente que la tónica se compone principalmente de 5 ingredientes: cítrico, edulcorante, amargo (quinina) agua y carbónico (CO₂). De entre la gran variedad de tónicas a la venta, cada una tiene más marcado uno u otro ingrediente, así que hablar de mejores y peores es complicado: lo mejor es conocer tus gustos y comprar en consecuencia. gin tonic clásico

Extracto sacado del libro Liquid Experience, Coctelería Evolutiva de Javier Caballero.

Editorial Libroks

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Fotografía: 30f4 Photography